La ciudad del Callao tiene mucho que ofrecer a los visitantes de la región, siendo a la vez un lugar fascinante para explorar por derecho propio y una base ideal para aquellos que están de vacaciones. La costa occidental del Perú muestra cuánto más hay en el país que la impresionante cordillera de los Andes.
El Primer Puerto
Como puerto de la nación, el Callao tiene una larga y colorida historia. La ciudad fue fundada por colonos españoles en 1537, un par de años después de la fundación de Lima. Durante el extenso Virreinato del Perú, que una vez cubrió la mayor parte de América del Sur gobernada por los españoles, casi todos los productos que provenían de Perú, Bolivia o Argentina cruzaron los Andes a lomos de una mula y pasaron por el Callao en su camino hacia destinos en todo el planeta. Durante gran parte de sus casi 500 años de historia, la ciudad ha experimentado un grado de autonomía con respecto a Lima, lo que le ha permitido desarrollar su propio carácter. El primer puerto del Perú es considerado con razón por los lugareños como una joya escondida.
El Callao hoy
La ciudad del Callao habita en la península que forma el rico barrio residencial de La Punta. La ciudad tiene una arquitectura distintiva que se desarrolló después de la destrucción del Callao en 1746 por un tsunami. Gracias a su ubicación en la costa del Pacífico, el Callao permite el acceso a varias islas de la región. Dos – San Lorenzo y El Frontón – no son particularmente accesibles, pero las Cavinzas y los Palominos son el hogar de una gran cantidad de lobos marinos y aves marinas.
La Fortaleza del Real Felipe es un sitio muy popular. Las obras de construcción de la fortaleza comenzaron en 1747, pero luego se realizaron en varias etapas a lo largo del siguiente medio siglo. La fortaleza jugó un papel fundamental en varios conflictos y fue el último lugar que ocuparon los españoles antes de ser expulsados de Sudamérica.
