El centro del Perú, directamente al este de Lima, alberga algunas de las formas de vida más tradicionales y auténticas que han sido transmitidas y continuadas durante siglos, una mirada fresca al país aparte de la mayoría de los paquetes vacacionales del Perú. Una de las formas más accesibles de llegar a esta zona es tomando el tren nacional desde la capital hasta Huancayo.
El tren, que durante muchos años fue el más alto del mundo hasta que los chinos construyeron el suyo hace unos años, es uno de los más pintorescos del mundo. En la actualidad, el viaje se realiza dos veces al mes, de abril a noviembre; el resto de los meses son en la estación de lluvias, que puede presentar peligros de deslizamientos de lodo a lo largo del camino. Los días de salida, los visitantes deben dirigirse al centro histórico de Lima, donde es un simple proceso de embarque en el tren rojo y amarillo.
El viaje de 12 horas le lleva a través de docenas de túneles (incluyendo el más alto de la tierra), sobre muchos puentes y a lo que una vez fue la estación de tren más alta del mundo a más de 15.500 pies sobre el nivel del mar. A menos que planee realizar caminatas únicas en el país, este será probablemente el punto culminante de las vacaciones de muchos viajeros en Perú. El tren se detiene en la estación donde se le presentarán vistas de 360 grados del paisaje andino circundante, una vista increíble en un día hermoso. Caminando por la zona cercana, es probable que sienta los efectos de la altitud y se maree un poco. El oxígeno extra y los hisopos de alcohol perfumado están disponibles en el tren para aquellos que experimentan los efectos negativos de estar levantados tan alto en tan poco tiempo.
Además de un desayuno ligero, el viaje en tren también incluye un abundante menú de almuerzo. Pase el día escuchando música, mirando por la ventana a los sinuosos ríos, picos de montañas, valles dorados y rústicos pueblos peruanos, tomando fotos y más. Este viaje en tren de Lima a Huancayo sigue siendo un gran secreto local, pero proporciona toda la belleza de lo que debería ser una experiencia de renombre mundial.
